martes, 30 de noviembre de 2010

ensayo lectoescritura "Un proceso que se construye día a día"

Ensayo
La lectoescritura Significativa
“Un Proceso que se construye Día a Día”
Alex Flores Romero


Santiago de Chile, 23 de Noviembre de 2010

El Ministerio de Educación plantea que el trabajo pedagógico se debe centrar en el aprendizaje más que en la enseñanza, y esto exige desarrollar estrategias diferenciadas y adaptadas a los distintos ritmos y estilos de aprendizaje de nuestros estudiantes, reorientando el trabajo escolar (lectivo) a otro complementario que contemple actividades de indagación y de creación por parte de los alumnos, individual y colaborativamente; todo ello para generar el aprendizaje de competencias de nivel superior como: Análisis, interpretación, síntesis de información de diferentes fuentes, resolución de problemas, comprensión sistémica de procesos y fenómenos; comunicación de ideas opiniones y sentimientos, trabajo en equipo, manejo de la incertidumbre y adaptación al cambio.
Ref. MINEDUC (1998). "Orientaciones sobre el conocimiento y el aprendizaje". En objetivos fundamentales y contenidos mínimos obligatorios de la enseñanza media.

En la apropiación de la lengua escrita el niño/a atraviesa diferentes momentos evolutivos en un proceso creciente.
Este proceso se especializa por variadas etapas, en las que se subrayan la diversidad de conceptualización, de acuerdo con el grado de madurez individual y la estimulación recibida.

La adquisición de la lectoescritura se construye día a día, a través de un trabajo sistemático y organizado, por eso, la planificación del trabajo debe realizarse considerando, fundamentalmente, la diversidad y las etapas evolutivas del aprendizaje de la lectoescritura.
En este ámbito, un inconveniente muy frecuente es la ansiedad del docente. En el afán de que todos nuestros alumnos aprendan a leer y escribir, muchas veces apuramos el proceso de los niños y niñas que necesitan más tiempo para lograrlo.
“El desarrollo evolutivo es un proceso dinámico, que tiene etapas y va desde lo más simple a lo más complejo”, es decir, en nuestros niños se puede dar en forma más rápida o más lenta y esto se relaciona con los conocimientos previos que tenga el niño o niña, su estado de desarrollo cognitivo, su desarrollo moral y contexto social.
Entonces, una de las claves a tener muy en cuenta, es la paciencia. La lectoescritura, como todo aprendizaje, se incorpora gradualmente, ojalá este proceso se diera sin presiones, respetando los ciclos que cada niño o niña necesita, lo cual no es común en las escuelas actuales que atienden a las masas dejando por cierto, de lado, en la mayoría de los casos, a los niños con un ritmo de aprendizaje más lento.
para poder enfocar mejor este proceso algo complejo, pero imprescindible para nuestro crecimiento, vale preguntarnos ¿Cómo se desarrolla el proceso de la lectoescritura?
Leer y escribir son dos aprendizajes conexos con la vida, el que se desarrolla tanto en la escuela con el docente, y en el cual influye directamente el contexto emocional, los aprendizajes previos y la interacción con personas del entorno cercano que inciden en la adquisición y potenciación de esa nueva habilidad, o por el contrario, el estancamiento del proceso.
Asimismo interviene en este proceso alguna capacidad de pérdida, ya que para incorporar un nuevo conocimiento es necesario reconocer que se tiene cierta incapacidad en este aspecto. Para conseguir el aprendizaje de la lectura y la escritura, se necesitan dos componentes muy significativo: Los cuentos y el deseo. Los personajes de los cuentos son capaces de enseñar a leer a nuestros niños y niñas, porque a través de ellos, entran en un mundo al que se accede mediante la lectura.
En cuanto al deseo, éste no está provocado por la simple aparición de las letras, las sílabas y las palabras en si mismas, sino por el significado que representan. El deseo o el interés aparecen cuando lo que leemos tiene significado, y esto lo podemos relacionar con que lo que se le entregue al niño le resulte placentero, para poder captar su atención y motivarlo.
El conocimiento y el interés deben caminar de la mano, puesto que un conocimiento sin interés no se desarrolla. Es evidente que no logramos imaginar la lectura como una actividad para interpretar palabras, sino que se trata de una búsqueda de significado.
Acá en este proceso intervienen la totalidad de las características personales y el contexto familiar y cultural.
Cuando se lee, se produce una anticipación de lo que se leerá, es de esta forma como funciona nuestra memoria. No se puede enseñar a leer y escribir a los niños /as, como se procede a adiestrar un animal. La condición humana de los niños como la de toda persona, está atravesada por el deseo, no se puede aprender por repetición todas las palabras que existen, sino que se hace leyendo, a través del pensar y el sentir.
Si de aprender a escribir hablamos, debemos pensar que este proceso se realiza en la mente, es así que podemos aprender a escribir una letra sin ejercitar un solo músculo de la mano. Y eso ¿Porqué sucedería?, sencillamente porque la habilidad de un conjunto espacial es nuestro cerebro.
Podríamos decir entonces que no sería el método el causante de estos aprendizajes, sino las actitudes en relación con el mundo de los significados. De igual forma el método es importante porque favorece los aprendizajes de la habilidad manual.
Persistentemente se ha enseñado a leer para posteriormente utilizar esa lectura, pero es esencial realizar actividades de escritura previamente a las de lectura, porque es su funcionalidad la que le da el significado a la lectura.
La utilización de los nombres de los niños, las canciones, los cuentos y los juegos de palabras, son elementos muy eficaces en la enseñanza de la lectoescritura, porque forman parte de este camino de aprendizajes que no termina nunca.
En algunas escuelas Europeas se utilizan libros de lectura, cuya primera página contiene la frase: YO SOY, esta forma de comenzar se fundamente en el deseo y el significado, para guiar el aprendizaje de la lectura, y no en la lógica de la fonética. Lo más importante para aprender y crear deseo, es la afirmación del YO SOY.

Entonces ¿cómo encantar a nuestros niños y niñas, para que el proceso de lectoescritura los motive y les sea significativo?

Existe una larga sucesión en el camino de la lectura, y el primer anillo lo componen la familia con sus propias actitudes, o de cómo hacen frente al proceso de lectura (si son de cultura lectora o no lo son). Por lo tanto es necesario ofrecerle a los niños y niñas modelos de acercamiento a los libros, que vean leer: para uno, para todos, con todos, luego el docente y su grupo de alumnos inician el tránsito por una ruta asfaltada con imágenes y palabras que darán la oportunidad, a quienes la transiten, de disfrutar y dejarán huellas en sus propios comentarios, críticas o sensaciones.

Pero no es tarea fácil instaurar hábitos de lectura, éstos nacen a partir de ciertas modelos que invitan a las personas a hacerse dueñas del mundo de los libros y las palabras que están a la vista de todos, pero que solo conciernen a los que hacen algo más que conocerlos: LEEN.
Podríamos preguntarnos entonces ¿Qué libro le gustará? La elección de un texto a leer será clave para futuros intentos de acercamiento a la lectura, lo mejor será que cada uno elija su propio material y es entonces nuestra tarea acercarlos a libros armónicos con sus intereses.
En el tránsito por NB1 y NB2 los niños y niñas viven con gran entusiasmo la fantasía, los sueños, los poderes mágicos y pueden comprender el sentido de una narración, por eso es la etapa de la IMAGINACIÓN, tan desarrollada en cuentos e historias breves.
Al armar el espacio de libros los ubicaremos en lugares accesibles que permitan un uso habitual. Podemos incluir: cuentos de animales, de princesas y hadas, historias de niños, de magia, ecológicas, de familias y otras historias divertidas.
El vocabulario debe ser sencillo pero con palabras nuevas dentro de un contexto que facilite su interpretación.
Como Froebel decía: "Todo lo que se le enseñe al niño, debe hacerse en forma clara y precisa”, esto nos invita a ser conocedores y manejar a nivel conceptual y procedimental los textos para dar respuestas precisas y adecuadas a los pequeños acerca del texto trabajado.
Algunas ideas para lograr grandes lectores serían:
-Incitar con oportunidades fáciles y diarias la aproximación a materiales de lectura:
-Diarios
-Posters
-Revistas
-Canciones
-Libros
-Instrucciones
-Mensajes.

Ahora bien y ¿Qué hay de la comprensión lectora?

La comprensión lectora en este nivel requiere que se trabaje con textos breves y con ilustraciones sugerentes que invitarán a una lectura placentera. También será prudente respetar la resistencia a la actividad de lectura en el sentido de la extensión del texto. El niño debe quedarse con ganas de continuar y nunca agotado de hacerlo.
En nuestro País la realidad indica que un número importante de alumnos y alumnas presentan serias dificultades para comprender los textos que leen.
Estamos frente a una dificultad no menor y, para afrontarlo, debemos repasar el significado de la palabra “comprender”.
Comprender, cómo aprender significativamente, supone establecer y crear entre lo que se expresa en el texto y lo que se sabe al respecto. Por lo tanto, las circunstancias generales de la que depende la comprensión textual son las mismas que manejan para el aprendizaje significativo.

Si se analiza criteriosamente el concepto anterior, podemos afirmar que el alumno comprende cuando reúne una serie de capacidades que necesitan de un proceso y de un tiempo, un tiempo que no es el mismo para todos los alumnos. Habitualmente las tareas de lectura suelen ser las mismas para todos los alumnos, pero las competencias de cada uno de ellos es distintas. Esto se podría relacionar con lo anterior descrito, cuando se hace mención al estado de desarrollo evolutivo, cognitivo y moral, que estos son procesos dinámicos y que tienen etapas.
En vista de lo descrito ¿Qué hacemos con esta situación entonces?
Podríamos decir que: Enseñar explícitamente a comprender.
Se ha exigido en las salas de clases, la comprensión, pero no se le ha preparado a los niños para ello. Aún más, se ha puesto el esfuerzo en enseñar a los alumnos a dialogar con ellos mismos, a crear situaciones de lectura, a revisar su trabajo y a autoevaluarse, a descubrir las claves de un texto en cuanto a su estructura, a operar con los elementos conocidos, pero no se ha tenido en cuenta la necesidad de reunir una serie de competencias para enseñar a comprender.
A veces se ha aplicado el proceso de enseñanza-aprendizaje en función de un alumno ideal, cuando se debería haber pensado en un alumno común que precisa de la guía del docente orientador que, de modo indiscutible, facilita el desarrollo del proceso con observaciones como: ¿Te parece que eso es correcto?, si es así, ¿Por qué?; Observa, ¿existe una causa que explique lo que me describes?, relee el texto pos si encuentras algo que no hayas observado.
Esta retroalimentación es esencial para el desarrollo de la comprensión lectora, pero no aseguran que el éxito en el 100% de los casos.
Podemos decir finalmente, que para conseguir el aprendizaje de la lectura y escritura se debe apuntar a los pensamientos y a los sentimientos de los alumnos para forjar el gozo y la necesidad de leer y escribir.
El poder llegar a comprender un texto está unido al triunfo en el logro del aprendizaje de los contenidos elementales para que este se desarrolle en el niño, la competencia para aprender de los textos es imprescindible para alcanzar a conocer los contenidos curriculares,que se imparten en nuestro país.
Enseñar tácticas para desarrollar la comprensión es plantearnos y replantearnos lo que debemos hacer y lo que en realidad se hace en la sala, exisge a los educativos adoptar una manera más activa y cercana hacia los textos, en función de desarrollar una clara y permantente motivación lectora que se interesen por leer y esto permita ahondar en los conocimientos que adquieren bajo la premisa del aprender entendiendo.

Esta es la razón por la cual creemos como estudiantes en formación, que es posible implementar esta situación de aprendizaje, aplicando nuevas estrategias, mejorando las didácticas, y fomentando la Educación Familiar que es una de las bases del proceso.

Bibliografía

Bridge: La comprensión lectora (1990).
Caimey: Enseñanzas de la comprensión lectora (1992).
Dollins A Y E. Smith: Enseñanza del proceso de de leer la comprensión.
Enrique Oyarzo: Leyendo la lectura.
Rockevell: Estrategias de lectura.
Mabel Condemarin: El poder de leer.

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